La historia del vidrio, que data de aproximadamente 6.000 A.C, tiene orígenes en varios rincones del mundo, incluso en períodos similares. Los plásticos (entre ellos, los Policarbonatos), sin embargo, todavía están en su centenario y demostrando constante evolución de formas, capacidades y aplicaciones, siendo comúnmente aplicado en productos que necesiten resistencia, durabilidad o incluso que exijan moldes no usuales.
Los policarbonatos son, en síntesis, derivados del petróleo que contiene una característica muy interesante en común con el vidrio: su transparencia. Sin embargo, además de esta característica, poseen alta resistencia a impactos y también las intemperies, llamas, además de estabilidad dimensional y propiedades eléctricas bien definidas como aislantes. Actualmente, forman parte de los tres plásticos más importantes para la ingeniería y afines, completan el grupo la Poliamida y el Poliacetal. Algunos productos que tienen los policarbonatos en su estructura son CDs, DVDs, lentes de gafas de sol, etc.
La iluminación natural ya se propagaba en el interior de las edificaciones a través de plásticos comunes. Sin embargo, su durabilidad no era satisfactoria, a menudo presentaba amarilleamiento precoz, además de no ser posible el esparcimiento de la luz, causando los conocidos hot-spots: puntos donde la luz se concentra, causando un aumento de la temperatura ambiental y la incomodidad visual por deslumbramiento.
A través del Policarbonato, la Engepoli, invirtió en investigación y después de haber estudiado a fondo, trajo al mercado una solución innovadora para que se convirtiera en una opción viable y sostenible en el campo de iluminación natural, buscando la calidad y la economía real de energía eléctrica en las edificaciones .
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