En Brasil, la red de energía solar aún se está desarrollando, pero no se puede decir lo mismo sobre Chile. Con la extensión de la industria solar y el rápido crecimiento del país, el gobierno chileno ha suministrado energía gratuita (o bien cercana) a la población.
Gracias al sistema que cuenta con dos grandes redes de energía principales (la Central y la del Norte) Chile registró este año 113 días en los que la cuenta de energía eléctrica llegó a quedar en cero en varias regiones del país, este número promete superar el año de 2015, cuando 193 días contaron con las cuentas cerradas.
A pesar de que la noticia es muy buena para los consumidores y para la sostenibilidad, Rafael Mateo, CEO de la unidad de energía de Acciona, explica que las centrales eléctricas no recibieron bien la noticia, pues de esta forma el retorno financiero no llega y la dificultad para los inversores aumentan.
Rafael también afirmó en una entrevista al sitio de Bloomber que el crecimiento desordenado del sector, hizo que varias empresas fueran creadas en un mismo lugar. En el desierto de Atacama ocurre la peor situación del país, donde la creciente demanda de electricidad, impulsada por la expansión de la producción minera y el crecimiento económico, ayudó a estimular el desarrollo de 29 parques solares, y otros 15 están en los planes para la red central de energía del país.
Según la operadora de la red central chilena, el problema se debe a que las dos redes de energía principales, la central y la del norte, no tienen conexión entre sí, lo que causa desorganización y registra fallas en el sistema de energía (en el que algunas regiones alcanzan el límite el nivel de gratuidad, mientras que otras no tienen estructura para captar esa tecnología). Esto hace que el país tema las consecuencias en el desarrollo de nuevos parques solares y otros proyectos.
El gobierno chileno, está trabajando para corregir este problema, los planes son de construir una tercera línea de transmisión para conectar las dos redes hasta 2017. Además, se está desarrollando una línea de 753 kilómetros para aliviar los problemas de congestión en algunos puntos de la red central.