El asfalto estándar basado en petróleo y otros tipos de minerales está presente en las civilizaciones desde los tiempos más remotos. Son incontables kilómetros de carreteras y toneladas de este material circundando al mundo para cargar de todo para todos los rincones de los continentes.
A pesar de la conocida durabilidad, costo relativamente bajo y practicidad de aplicación, cuando hablamos en medio ambiente, no podemos decir exactamente que el asfalto sea un amigo cercano a la naturaleza: no es totalmente reciclable y presenta propiedades tóxicas cuando es descartado incorrectamente, lo que no es raro.
Con el objetivo de cambiar este panorama, recientemente surgió el concepto de Smart Roads (carreteras inteligentes). La idea que surgió de una start-up americana y ya ganó prototipos por el muno, presenta un tipo de pavimento en bloques, compuestos por capas de material reciclable resistente, circuitos eléctricos, placas fotovoltaicas, LEDs y un vidrio translúcido y resistente, que soporta tránsito intenso, incluso camiones. Cada bloque puede ser personalizado y programado para componer señalización de tráfico – como aviso de accidentes o tránsito lento – e incluso transmitir señal Wi-Fi!
Esta realidad ya llegó en Holanda, donde una ciclovía fue implementada por completo con ese concepto, sirviendo de proyecto piloto para análisis del potencial del producto y posible expansión para otros ambientes.
Bajo esta perspectiva, con las inversiones cada vez mayores en energías limpias y renovables, vale la pena considerar en su proyecto la inclusión de soluciones con iluminación y ventilación naturales, así como otras soluciones en energía renovable, pues el futuro de la generación de energía ya ha llegado.
Engepoli: sostenibilidad a su alcance.
